Los gustos en cuanto al vino son muy personales, pero incluso los más fervientes seguidores de un tipo de vino en concreto podrán disfrutar de una cata de vino. Dejar que los vinos que nos son desconocidos nos desafíen, nos permitirá disfrutar de aromas, sabores y matices, que nos llevarán un paso más allá en nuestro amor por la cultura del vino.
Te proponemos visitar nuestras históricas Bodegas Montecillo donde podrás descubrir los secretos que rodean la elaboración de nuestros mejores vinos. Además, podrás disfrutar de toda una experiencia con la mejor cata de vino de la mano de nuestros expertos, que te guiarán paso a paso en este viaje de aprendizaje y placer.
Los pasos en tu cata de vino
El primer paso, descorcharlo, ya nos da algunas pistas
El primer paso en nuestra experiencia de cata de vinos es descorchar la botella, y aunque pueda parecer un paso necesario sin más, un corcho impecable, solo marcado en su cara interior denota que el vino se ha mantenido en buen estado. Mientras que un corcho con alguna filtración y marcado en su recorrido nos indica un riesgo de que el vino no esté en su mejor estado.
Servir nuestro vino para su cata
El siguiente paso en nuestra cata de vinos es servir el vino en la copa. Pero por sencillo que nos pueda parecer, ya se nos plantean opciones, como elegir la copa idónea dependiendo del vino o decidir servirlo directamente de la botella o escanciar el vino, lo que nos permitirá disfrutar mejor nuestro vino.
¿Debería escanciar el vino?
El escanciador de vino o aireador nos permite separar el vino de los posos, evitando los posibles sedimentos que puedan alterar la degustación. Así mismo aportará una mejor oxigenación, potenciado todos sus aromas que pudiesen haber sido aletargados. En el caso de tratarse de un vino joven, escanciarlo da una oportunidad de mostrar su potencial y es un gesto altamente recomendable en el caso de encontrarnos ante un vino viejo, ya que le dará la oportunidad de abrirse y poder expresarse.
La fase visual
A la hora de catar el vino, debemos comprobar su color. Si nos permite cierta transparencia al inclinar la copa, estamos tratando con un vino de “capa baja”. En caso de encontrarnos con un líquido más opaco e intenso, que apenas nos deje ver a través de él, estaremos hablando de un vino de “capa alta”.
El color y la lágrima
Su color nos deja entrever su edad, siendo los jóvenes más brillantes y de colores cereza, mientras que los vinos envejecidos tienden a colores más oscuros y granates. Agitando ligeramente nuestra copa de manera circular podremos comprobar su densidad, siendo los más compactos y cuya lágrima cae más lentamente los que contienen mayor graduación de alcohol.
La fase olfativa
Siguiendo con nuestra experiencia en la cata de vinos pasamos a la fase olfativa. En esta fase meteremos la nariz sin miedo en la copa e inhalaremos, dejándonos seducir por los aromas y matices que dependerán del proceso en la elaboración del vino.
Dependiendo del vino ante el que estemos, podremos captar o no distintos aromas y matices, como los propios que conforman la materia prima, la uva, aquellos propios del proceso de la fermentación o notas de frutos secos, torrefactos, frutales, etc.
El sabor y sus matices
Todos coincidiremos en que, de la cata del vino, esta es la parte favorita de todos. Cataremos el vino disfrutando de su presencia en boca, moviéndolo con la lengua para activar todas las papilas gustativas y que llegue a todo el paladar, captando así todas sus notas y matices, distinguiendo los sabores básicos como son el salado, amargo, dulce y ácido, así como su textura, que puede ser aterciopelada, sedosa, gruesa, etc.
Estaremos tratando con un buen vino si después de este proceso, su sabor se mantiene en el paladar y si al exhalar por la nariz tras este primer trago nos recuerda los aromas y sabores que nos transmitió con el gusto por la vía retronasal.
Si deseas saber más sobre nuestras catas de vinos y los secretos en la elaboración de nuestras mejores botellas de la mano de nuestra enóloga, no dejes de visitar el Diario de Merche y sigue sus vivencias en Montecillo.
Visita Bodegas Montecillo
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