Hoy queremos contaros todo sobre las alternativas a las barricas de
madera que existen en la actualidad y que se utilizan con mucha más frecuencia
de la que pensamos. Es muy habitual que al hablar sobre crianza o
envejecimiento del vino pensemos en las enormes barricas de madera que tan bien
impregnadas están en nuestro imaginario. Por eso, vamos a indagar un poco más
acerca de los otros formatos se usan y cuáles son sus principales ventajas a la
hora de envejecer el vino.
Si queréis refrescar la memoria en este artículo ya os contamos la diferencia entre fermentación y crianza en barrica, así que ahora nos centraremos en cómo podemos sacarle el mayor partido a la crianza más allá del uso de la madera. ¡Empezamos!
1.Acero Inoxidable
El tipo de madera influye en los aromas y
sabores que tendrá nuestro vino, sin embargo, con el acero inoxidable ocurre
todo lo contrario. Es un material que no
altera en nada las propiedades organolépticas del vino, es decir, el aroma y el
sabor que adquiere tras la fermentación se mantendrán intactos. Es tan
aislante que con algunos vinos será necesario controlar la oxigenación de forma
más técnica para evitar aromas a reducción.
Entre sus principales cualidades destaca por ser un material fácil de limpiar, duradero, resistente a la humedad, a los cambios de temperatura y a las filtraciones de luz. Debido a todas sus ventajas es uno de los depósitos que más se utilizan en el sector.
2.Hormigón
El hormigón o, como lo llamaban los romanos, opus caementicium es uno de los
materiales más antiguos que se conocen en la historia del vino. Su principal ventaja reside en su capacidad
aislante -superior a la del acero inoxidable- que ayuda a mantener el vino en
la temperatura perfecta para su envejecimiento.
Por ser un material microporoso no altera las características del caldo más allá de un ligero toque mineral. Además, al contrario que la madera, no contiene taninos por lo tanto es muy útil para generar un desarrollo menos “áspero” de nuestro vino. Es muy común encontrar recipientes de hormigón con forma de huevo, lo que genera un movimiento del líquido más fluido al no tener esquinas.
3.Barro y cerámica
El barro es el material que más se parece a la
madera por su porosidad, procedencia natural y también por su amplio uso a lo
largo de la historia. Como pasa con la
madera, su influencia sobre el resultado del vino es importante, aunque en este
caso el resultado final será un vino más natural y fiel a su origen. Funciona
muy bien con vinos a los que la combinación con la madera no les deja explotar
todas cualidades. Si nos gusta investigar y probar nuevas fórmulas, el barro
nos permitirá potenciar unas características u otras en función del tipo de
arena con el que se haya hecho la tinaja.
Además, permite
la oxigenación sin necesidad de recurrir a ningún componente tecnológico
externo ya que ésta se produce de forma constante y natural. Por esta misma
razón deberemos conservarlas en lugares frescos sin cambios bruscos de
temperatura.
4.Otros materiales
Estos
son los recipientes alternativos a la madera más usados en la actualidad. Sin
embargo, la variedad es mucho más grande
debido a las labores de investigación, desarrollo e innovación que cada día
hacen nuestros expertos. El objetivo es ofrecer nuevas y sorprendentes
formas de disfrutar de una bebida con muchos años de historia y muchos más de
futuro.
En este
sentido aparecen recipientes para la maduración hechos de plástico o piedra y
en diferentes formas. Tampoco podemos olvidar los tipos de madera que se
utilizan y cómo influyen en las características del caldo que guardemos en su
interior.
En definitiva, el vino es una de las bebidas más versátiles que existen debido a sus infinitas posibilidades de reinventarse. Esperamos que este artículo os haya sido de utilidad y si conocéis nuevas alternativas estaremos encantados de leerlas.