Rocío Osborne es la sexta generación de la familia Osborne. Este grupo empresarial, que es todo un emblema de la cultura española, lleva más de dos siglos dedicado a la elaboración de vinos, bebidas espirituosas y productos de alimentación. Rocío es la actual Brand Ambassador de la compañía, encargada de dar a conocer en los mercados internacionales los valores de todas las marcas bajo el paraguas de Osborne y como no, a reclutar enamorados de Montecillo a lo largo y ancho del mundo.
A pesar de que en 1975 Rocío ni siquiera había nacido, fue un año que marcaría el resto de su vida. Sus padres se casaron y aunque aún faltarían 5 años para que ella llegara al mundo: “ese mismo año inauguramos la bodega de Fuenmayor donde actualmente elaboramos los vinos de Montecillo y fue la primera añada con uvas vendimiadas por la familia Osborne”, recuerda emocionada.
No olvidemos que en los años 70, comienza la apertura de España hacia el exterior y es el momento en el que se forja el auge de la gastronomía de la que disfrutamos hoy en día. Si hablamos del panorama vinícola, se anteponían los vinos de Rioja, con menor graduación alcohólica que los vinos de Jerez, pero sin perder de vista lo que estaba ocurriendo en el exterior. Especialmente los vinos tranquilos que elaboraba Francia, Italia, EE.UU, Chile y Argentina.
“Tengo la suerte de poder viajar por el mundo y traer lo que es Rioja y Montecillo a los consumidores que muchas veces están a veces a miles de kilómetros de distancia”, incluso explica Rocío, como para ella comunicar lo especial que es Montecillo siempre es un placer y un privilegio. “ Me dedico a tener una maleta siempre lista y a reclutar enamorados de Montecillo a lo largo y ancho del mundo”.
¿Y tú, qué comenzaste en 1975?