A pie de viña, nuestra pareja preferida: Txebiko, chef y propietario del restaurante Cachetero, y Mercedes García, la enóloga de Bodegas Montecillo, cocinan una receta muy especial: el huevo trufado.
Como acompañamiento a este plato hemos escogido la patata panadera y los champiñones, ya que La Rioja es una región muy conocida por sus setas tanto silvestres como cultivadas. Entre ellas, destaca el champiñón por su alta calidad y su volumen de producción.
Un paso clave antes de comenzar con esta receta es limpiar bien la trufa y colocarla en un recipiente hermético con los huevos camperos, al menos durante cinco días.
Preparación:
1. Utilizando una taza tipo consomé, cubrimos su interior con un trozo grande de film transparente que untamos con aceite de oliva, que si es trufado mucho mejor. Podemos hacer nuestro propio aceite de trufa cocinando al baño maría la trufa siempre a muy baja temperatura para que no de desnaturalice. Una vez esté cocinada, el aceite en el frigorífico puede durar un mes. Rompemos con cuidado uno de los huevos que teníamos en el recipiente hermético y lo depositamos dentro del film. Le ponemos un poco de sal fina y rallamos la trufa. Con mucho cuidado cerramos el paquete, intentando que el huevo quede totalmente cubierto por el film y sin aire. Repetimos esta operación con cada huevo.
2. Lavamos los champiñones muy bien y los sumergimos en el agua a la que previamente le hemos añadido un poquito de harina, medio limón o perejil para que no se oxiden. Los cortamos en láminas muy finas y los rehogamos un muy poco aceite y sal.
3. Cortamos las patatas en rodajas de medio centímetro y la cebolla en juliana. Pochamos unos cinco minutos y las metemos al horno en una bandeja con un poco de sal durante 20 minutos y a 170°C.
4. Ponemos a hervir agua en un cazo e introducimos los huevos bien cerrados en bolsitas hechas con film transparente. Cocemos durante 3 minutos y medio para que nos queden perfectos.
5. A la hora de emplatar, ponemos un círculo de patata panadera y en el centro ponemos los champiñones sobre los que colocamos el huevo. Retiramos el film y añadimos unas láminas de trufa.
El toque Cachetero:
Aunque la cáscara de huevo es porosa y ya nos permite atrapar el aroma de la trufa al guardarlos en un recipiente hermético, nosotros reforzamos dicho efecto gracias al contacto directo del huevo y dicho hongo en la bolsita de film transparente.
Maridaje:
El intenso y característico aroma de la trufa ensalza las notas de roble americano de Montecillo Crianza, equilibrando a la perfección.
Ingredientes (4 personas):
- 4 huevos camperos
- 400gr de champiñones
- 2 patatas grandes
- 1 cebolla
- 15gr de trufa fresca
- Aceite de oliva virgen
- 1 ramillete de cebollino
- Sal
Dificultad: media
Preparación: 30 minutos