Al igual que el lugar de nacimiento le imprime carácter a una persona, al vino le ocurre lo mismo.
Por eso hoy queremos que conozcáis en mayor profundidad las distintas zonas de producción en las que se divide la D.O.Ca. para que podáis comprender de qué manera influyen en la personalidad y particularidades de los vinos que se producen en ellas.
Pero antes, un repaso rápido: ya os hemos hablado de la historia de los vinos de La Rioja y ya sabéis lo que es una D.O. y lo que es una D.O.Ca. Incluso, conocéis los requisitos que Bodegas Montecillo debe cumplir a rajatabla para pertenecer a la D.O.Ca. Rioja.
Por tanto, a estas alturas tenemos más que claro que los vinos con D.O.Ca. deben estar elaborados en una determinada zona geográfica con uvas procedentes en exclusiva de esa misma zona.
Pues hoy vamos un paso más allá para que conozcáis cómo es la zona de producción y en qué otras subzonas se divide.
Como ya os contamos, las zonas donde se producen los vinos D.O.Ca. están situadas a ambos márgenes del curso alto del río Ebro. Desde el punto de vista administrativo, esta zona abarca terrenos que están situados en las provincias de La Rioja, Álava, Navarra así como algunos municipios de la provincia de Burgos.
Sobre el mapa, se trata de una zona con un centenar de km de ancho (con los municipios de Haro al oeste y Alfaro al este) por 40 km de alto. ¿La tenéis más o menos ubicada?
Pues bien, vamos a hacer un poco de zoom: si miramos más de cerca, podemos distinguir tres zonas de producción:
- La Rioja Alta. Nuestra casa: aquí se sitúa nuestro pueblo, Fuenmayor, nuestra bodega y las viñas de las que proceden las uvas con las que elaboramos nuestros vinos.
- La Rioja Alavesa.
- Y la Rioja Baja.
Seguro que os estáis preguntando qué es lo qué diferencia entre sí a estas zonas y cómo afectan estas diferencias al vino que se produce en ellas. Los factores más diferenciales son el clima y el suelo, que tienen consecuencias directas en la uva y, en consecuencia, en el vino.
Sigamos haciendo zoom y acerquémonos un poco más:
Rioja Alta.
Esta zona ocupa los terrenos del margen derecho del río Ebro. Su clima es continental con influencias del Atlántico, aunque la Sierra de Cantabria actúa como frontera natural para frenar el paso de los vientos húmedos del norte.
En esta zona hay varios tipos de suelos, fundamentalmente arcillo-calcáreos, arcillo-ferrosos y aluviales así que aprovechamos para contaros un poco más de cada uno de ellos:
- Los suelos arcillo-calcáreos son ricos en caliza, permeables y difíciles de regar y mecanizar. Es un suelo pobre, precisamente del tipo que mejor le viene a las cepas, así que son los de mayor calidad para la producción de vino e ideales para cultivar la variedad de uva tempranillo. Como resultado, se producen vinos muy estables, elegantes y aromáticos, perfectos para envejecer.
- Los arcillo-ferrosos, por su parte, tienen un menor componente de caliza, aunque tampoco son fáciles de regar ni de mecanizar. En estos suelos se producen vinos frescos, de menor cuerpo y mayor acidez.
- Los aluviales son suelos permeables y ricos en nutrientes. Estos sí son permeables y fáciles de mecanizar. Se dice que producen vinos de buen color.
Rioja Alavesa.
Es la región más pequeña en extensión y la que se sitúa más al norte. Por tanto, la influencia del Atlántico es mayor en su clima, que es más húmedo y con temperaturas más frías que en las otras dos zonas, tanto en verano como en invierno. Los suelos en los que se cultiva la vid aquí son calcáreos y están situados en terrazas o pequeñas parcelas.
Rioja Baja.
Es la zona más oriental y, por ello, el clima aquí es más seco y cálido con mayor influencia del Mediterráneo. Lo suelos predominantes son aluviales y arcillo-ferrosos y las extensiones de las plantaciones son más amplias y están situadas a menor altura. Todo esto acaba por dar a sus vinos mayor estructura y mayor grado alcohólico que los de la Rioja Alavesa o Rioja Alta.
Ahora ya tenéis unas nociones sobre cómo son los vinos de cada una de las subzonas de producción de la D.O.Ca. Rioja pero nuestro consejo es que realicéis una cata de las distintas variedades de cada región y experimentéis las diferencias por vosotros mismos. Si queréis saber exactamente qué municipios pertenecen a cada término, lo encontraréis en el Reglamento de la Denominación de Origen.