Tras analizar las variedades de uva, hoy toca comentar qué hacemos con el líquido ya fermentado antes de embotellarlo. Nos referimos a su crianza.
Según el proceso de envejecimiento seguido en la D.O.Ca. Rioja se establecen cuatro tipos. Estos son fácilmente diferenciables en los stickers (la parte trasera de la botella o, mejor dicho, la opuesta a la etiqueta comercial y en la zona inferior) de los vinos Rioja. El Consejo Regulador, órgano vigilante, lo otorga a aquellos vinos que han superado sus controles de calidad y tipicidad.
Tipos de vino:
- Garantía de Origen
- Crianza
- Reserva
- Gran Reserva
Antes de empezar, hay que comentar que esta clasificación sólo aplica a nuestra Denominación de Origen, en otras puede haber variaciones o ni existir. Por eso en otras regiones no veréis una calificación de Reserva aunque materialmente lo sean.
Cada región tiene sus usos, costumbres y tipicidad propia que hacen que tengan legislaciones y reglamentación diferente. Si el paisaje es diferente es normal que su regulación también lo sea.
Comenzamos con la categoría “Garantía de Origen”. Es lo que se conoce como vino joven (como tal, la categoría “Vino Joven” no existe en nuestra región). Aunque vamos a ver que hay matices.
Tempranillo no es sinónimo de vino joven, es “solo” una uva utilizada en cualquier tipo de crianza.
Esta categoría garantiza el origen y añada del vino. Suelen ser vinos en su primer o segundo año de vida que no han tocado madera en su crianza o han sido embotellado casi inmediatamente.
Aquí merece la pena detenerse en los vinos de maceración carbónica, tintos de origen francés (en concreto el Beaujolais francés), asequibles, frescos y que son pura fruta roja.
Estos vinos cuentan cada vez con más presencia en D.O.Ca. Rioja.
Técnica:
Consiste en que la uva sufra una fermentación anaerobia (sin oxígeno, a base de dióxido de carbono) con el fruto sin machacar durante unos días. Esta convivencia con el carbónico dota de un sabor tremendo al líquido que, para aprovechar en su máxima expresión, se embotella al poco tiempo. Por esta razón ya tenéis a la venta los 2016 de este tipo de tinto.
¡Buscadlos ya que merece la pena probarlos una vez en la vida!
Bajo esta contraetiqueta también se pueden comprender otros vinos que no han sido certificados por el Consejo Regulador. Por ejemplo, Crianza, Reserva o Gran Reserva, aunque hubiesen sido sometidos a procesos de envejecimiento.
Conclusión:
Es una categoría legal que funciona tanto para vinos “jóvenes” que no han tenido crianza en madera como para aquellos que aún teniéndola no han sido supervisados, o aprobados, por el órgano encargado de verificar tal extremo.
Los modelos de contraetiquetas y precintas numeradas que deben acompañar a toda botella de la D.O.Ca. Rioja comercializada no solo garantiza la categoría de envejecimiento, sino que también garantizan el origen y su añada.
En nuestra D.O.Ca. es fácil de percibir un vino joven ya que jamás pasa por madera en su crianza. Hay regiones, como Ribera del Duero o Bierzo, en las que varía y sí pueden llevar un leve tiempo en roble (suele ser menos de 6 meses).
No hay una armonización estatal por lo ya comentado. Sabemos que esto lo hace algo más complicado todo pero con voluntad, Google y este blog nunca os equivocaréis.
A todo esto, Montecillo no hace “jóvenes” (¡lo sentimos!). Al estar todos nuestros envejecimientos certificados por el Consejo Regulador no nos hace falta este tipo de contraetiqueta.
La calidad de nuestro viñedo, sumado a nuestra experiencia como tercera bodega más antigua de la región, nos hace declinarnos por elaborar vinos más complejos, con mayor vocación de guarda, y así sacar todo el potencial de nuestro terroir.
Para que vosotros disfrutéis de lo lindo.