Seguimos ascendiendo en el grado de envejecimiento y ahora toca ir con lo que tiene que reunir un vino de la D.O.Ca. Rioja para ser considerado como Reserva.
Nos situamos en el segundo escalafón de crianza en madera… la cosa se va poniendo seria.
Requisitos
Lo primero, como siempre, es señalar qué se exige dentro de la D.O.Ca. Rioja para que un vino tenga esta consideración.
En cuanto a vinos blancos y rosados, hay que tenerlos envejeciendo en barrica de roble, y botella, durante un período total de veinticuatro meses, como mínimo, con una duración mínima de crianza en barrica de roble de seis meses.
Para el Consejo Regulador de nuestra región serán Reserva aquellos vinos tintos con envejecimiento en barrica de roble y botella durante un período total de treinta y seis meses, como mínimo, con una duración mínima de crianza en barrica de roble de doce meses.
Tiempo de envejecimiento
Bien, nosotros elaboramos un reserva. ¿Cuánto tiempo pasa Montecillo Reserva envejeciendo antes de salir al mercado? Cuarenta meses. Vamos a desglosarlo.
Montecillo Reserva es tinto (monovarietal de tempranillo). Permanece en barrica de roble durante 24 meses, seguido de un periodo de afinado en botella de 16 meses.
Como podéis observar nos volvemos a situar por encima de los requisitos de la D.O.Ca., ya que estamos hablando de un envejecimiento total, entre barrica y botella, de 40 meses. De estos, 24 son crianza en madera y 16 meses en botella, a la espera, como ya os contamos con los Crianza, de que el vino se redondee y no lo consumáis muy salvaje o con demasiado sabor a madera.
Y de hecho volvemos a una autorregulación de mínimos. Nuestra última añada a la venta del Montecillo Reserva es la 2010. Seis años después es cuando hemos considerado, con esta cosecha, que el vino está listo para que nuestro público pueda disfrutar de este complejo tinto en su plenitud. Porque dependiendo de las características de la añada el contenido de la botella evolucionará de una manera o de otra.
Tipos de añadas
En D.O.Ca. Rioja hay añadas “estáticas” a las que le lleva mucho tiempo evolucionar y otras más “rápidas” que en poco tiempo, siempre en términos relativos, ya ofrecen aromas de alta complejidad (licorizaciones o tabaco) tan valorados por los amantes del vino.
Por ejemplo 2010, 2001 o 1994, son añadas “lentas”. Van a tardar en crecer dentro de la botella, pero una vez que esto ocurra estaremos ante una etiqueta memorable, de clase mundial.
Las de 2009, 2007 o 1998, siendo de un alto grado de calidad van a ser más “rápidas” evolucionando antes pero sin llegar a la complejidad de las mencionadas.
Tipos de barrica
Vamos acabando… pero antes cabe decir que si bien la normativa habla de periodos mínimos de crianza o del tamaño de la barrica (225 lts), no se incide en el tipo de la misma en cuanto a su origen.
Y es que hay varios tipos de roble, en España se suele utilizar el francés y el americano siendo los más difundidos a nivel mundial, pero hay quienes utilizan el ruso o el eslavo-croata (este se da mucho en Italia). Además de estos cuatro que hay muchos más.
La elección de elegir uno u otro es clave ya que cada uno aporta unas características al líquido resultante.
El francés es muy identificable y dota de aromas balsámicos y mentolados (asociados a un estilo moderno) mientras que el americano da claras notas a vainilla y cuero, más característico de la Rioja más clásica.
Nosotros, para la elaboración del Montecillo Reserva, nos decantamos por la utilización en exclusiva del roble francés. Estamos convencidos, si no, no lo haríamos, que la golosidad de nuestra gran Tempranillo combina muy bien con los aromas ya expuestos. Evidentemente también hay quien los mezcla y utiliza varios tipos de roble en una sola crianza.
Os instamos a que busquéis un Rioja que utilice sólo madera americana para ver, junto con Montecillo Reserva, si sois capaces de diferenciar ambos estilos a ciegas (sin la botella delante).
De verdad que es muy fácil y seréis la atracción en vuestra siguiente reunión social.
