Sabiendo lo que diferencia a un vino “Joven”, Crianza, Reserva y Gran Reserva, vamos a analizar una cuestión clave. ¿Qué vino elegir para cada situación?
Eso sí, dejando claro que la última palabra es vuestra. Nosotros solo queremos ayudar en la elección para hacerla más fácil y orientaros. Pero si lo hacéis desde el conocimiento, el caos y, sobre todo, el disfrute bienvenido sea. Para eso está el vino y para gustos, los colores.
No perdáis eso nunca de vista, estamos ante una bebida festiva y social. Compleja y divertida.
Dicho esto vamos a ver qué tipo de vino es idóneo para cada ocasión, osado pero útil… ya veréis.
Las reuniones sociales pueden ser muy diversas por lo que abarcarlas todas es imposible. Nuestro cometido es definir, a base de ejemplos, cuál es óptimo para cada caso y ya vosotros hacéis la analogía.
Vamos a hablar de los vinos de Rioja, intentar incluir al resto de oferta mundial volvería a ser inabarcable.
En una tienda de vinos lo normal es que los riojas estén ordenados por tipos de vino y por regiones. Es decir, todos los blancos juntos y todos los espumosos juntos. Dentro de esa categoría ya los colocan por zonas.
Sin Crianza
En el escalón sin crianza en madera están blancos, rosados y tintos “jóvenes” o maceraciones carbónicas. Estos vinos son ideales para reuniones numerosas: celebraciones, barbacoas y fiestas de todo tipo indoor y outdoor. Son vinos que se pueden beber fresquitos. Son ideales para estaciones calurosas y así poder aprovechar su carácter goloso, divertido y adictivo.
Crianza
Un Crianza también puede servir, si incluye una comida de cierto nivel, por ejemplo para una buena carne a la brasa.
Aquí sí que dependiendo del tipo de madera que lleve puede funcionar muy bien un tinto de esta categoría… Os aconsejamos madera americana para el cordero (su sabor mezcla muy bien con los cocos y vainillas de este tipo de roble) o francesa para carnes rojas o blancas, en las que su balsámico va a potenciar su sutileza.
Sin duda el Crianza es muy versátil por precio y posibilidades, ya que la más asequible de las opciones con madera puede tener una complejidad que la haga pertinente en cualquier tipo de evento. Ahí ya os decimos que Montecillo Crianza os arregla la tarde.
Reserva y Gran Reserva
Pero subamos un escalón más, vamos a los Reserva y Gran Reserva. En su momento os informamos de que los hay tanto tintos como blancos y ambos hay que tomarlos muy en serio.
Por el simple hecho de que un vino sea blanco no quiere decir que tenga menos potencial de guarda. O que sea más sencillo o peor, muchas veces es hasta el contrario. Rioja es muy grande, entre otras cosas, por sus blancos.
Para nosotros Montecillo Reserva es un vino comodín ya que aglutina las virtudes de un crianza en cuanto a respeto a la fruta y cierta juventud. También presenta las notas elegantes y finas de un vino de más guarda, por tanto puede ir destinado a una infinidad de ocasiones.
El Gran Reserva o Selección Especial son vinos que llevan mucho tiempo esperando para ser consumidos. Durante este tiempo se han preparado para estar perfectos, armónicos y aterciopelados. Por tanto, necesitan también de ese mismo tiempo a la hora de disfrutar de ellos, ya que se merecen ese privilegio. Son idóneos para comidas con amigos o familiares y largas conversaciones donde se disfrute del vino y la buena compañía.
Queremos que la Montecillo Experience sea plena y podáis notar todo el trabajo de viticultura e historia que tenemos detrás. Ponernos en valor. Ser el catalizador de cualquier conversación.
Cenas en pareja, reuniones familiares “slow food”, comidas de trabajo (podemos ser más útiles que un buen CV) y similares. Pero, en definitiva, lo importante es que disfrutéis del evento y bebáis con responsabilidad.
