El barrio de Justicia, ubicado dentro del distrito Centro de Madrid, adquiere su nombre por albergar las sedes del Tribunal Supremo y del Tribunal de Cuentas. Hoy en día es una de las zonas más turísticas de la capital, donde conviven tiendas selectas, tabernas tradicionales, galerías de arte y locales de ocio con un diseño que sigue las tendencias más cosmopolitas. El único problema que ha tenido James Blick en el barrio de Justicia es tener que elegir únicamente tres restaurantes de una larga y excelente lista.
ANGELITA
David y Mario Villalón son los nombres de los dos hermanos que regentan este moderno bistró-coctelería en pleno centro de la capital, en la calle de la Reina 4. Lo cuidan con verdadero mimo, hasta el punto de que cambian la carta semanalmente para ajustarla a los productos frescos de temporada y, a veces, incluyen frutos y verduras de su propio huerto. James no ha podido resistirse a la facera de atún estofada con miel de caña, uno de los platos más exquisitos del local, combinado con un Rioja elegante, afrutado y fresco como Montecillo Crianza, pero todo en su carta es recomendable, desde el pisto de tomate OX al suquet de rape.
MERCADO DE SAN ANTÓN
Este mercado, inaugurado en 2012 en la calle Augusto Figueroa 24B, cuenta con 7500 metros cuadrados construidos y distribuidos en 3 plantas. En todas ellas sobrevuela una característica: la calidad de todos los productos. Carne, pescado y productos naturales que puedes comprar para consumir en tu propia casa o incluso allí mismo. Sí, es el paraíso de los auténticos gourmets: existe la posibilidad de seleccionar la materia prima, por ejemplo, el mejor corte de solomillo de buey en la carnicería, y pedir que lo envíen al “cielo” para que sea cocinado tal y como tú pidas. Y cuando hablamos de “cielo” es casi literalmente: nos referimos a La Cocina de San Antón, el restaurante ubicado en la azotea del mercado. Una gran terraza donde paladear el horizonte de Madrid, una buena carne hecha en el punto que prefieras y un Montecillo Reserva.
TABERNA LA CARMENCITA
Abrió sus puertas en 1854 y desde entonces muchas han sido las figuras históricas que han desfilado por este emblemático local, situado en la calle Libertad, 16. Lorca o Neruda son sólo algunos de los nombres más célebres que, con su paso, han elevado a mito esta casa de comidas. Sigue manteniendo la cocina tradicional como estandarte, recuperando muchas de las recetas que originalmente realizaba esta taberna, pero revitalizándolas y haciéndolas tan vigentes hoy como lo fueron hace décadas. Y, además, elaboradas con productos ecológicos que llegan a diario. Los azulejos policromados y la barra de madera y estaño originales del local son el marco perfecto para degustar un pollo en pepitoria o unos calamares, el gran clásico madrileño.
