Continuamos recorriendo Madrid con James Blick para sorprendernos con los mejores lugares donde comer y beber en la capital de España. Tras devorar Chamberí y Ópera, hoy toca el barrio de las Letras. Es aquí donde se ubicó la imprenta que realizó la edición príncipe de la primera parte de Don Quijote de la Mancha, en concreto en la calle de Atocha 87. Pero ahora, además de respirar literatura, estas calles dejarían satisfecho al más glotón de sus personajes: Sancho Panza.
Bistronomika
En la calle de Santa María 39 realizamos la primera parada de nuestro tour. En cuanto entramos al restaurante Bistronomika apreciamos que el aroma a buena y apetitosa comida invade por completo el íntimo local, con una cocina abierta que permite hablar con Carlos del Portillo, el chef. No estábamos seguros de qué pedir, así que nos dejamos aconsejar por él. Nos recomienda una caldereta de sargo y es un acierto total: un pescado de roca cuyo delicioso guiso fue perfectamente acompañado por un Rioja auténtico, un afrutado Montecillo Crianza. Carlos compone su carta dependiendo de los mejores productos que encuentre en el mercado cada día, y se ha hecho famoso en Madrid por huir del pescado de piscifactoría y promover especies poco habituales en nuestras mesas, como el sargo negro o la maragota.
Gofio
Safe Cruz ha traído a Madrid los distintos sabores de las Islas Canarias con su sofisticado restaurante Gofio, abierto en la calle Lope de Vega 9. Para comenzar este viaje a las islas afortunadas el cocinero nos invita a una experiencia sensorial: el aroma de una tea de pino canario encerrado en una botella hace presagiar el delicado ahumado de sus platos. Safe Cruz nos comenta que es un homenaje a las comidas de campo familiares que tradicionalmente se celebran en su tierra, empleando la leña de los pinares isleños para asar carnes. Y, efectivamente, el plato que nos presenta más tarde no defrauda: un rosbif con durazno herreño, queso gomero y mojo palmero, una sabrosa ruta gastronómica del archipiélago.
TriCiclo
Los tres cocineros (Javier Goya, David Alfonso y Javier Mayor) que comandan Triciclo, en la calle Santa María 28, nos preparan una sorpresa excepcional. En un amplio espacio que moderniza los colores y texturas de los caseríos rústicos, nos ofrecen algunas exquisiteces fuera de carta a las que sólo se puede acceder en temporada. Es el caso del fascinante jarete de ciervo con setas otoñales y hierbas de monte. El nombre no desmerece al plato, que es una auténtica obra de arte. El paladar se embelesa con esta carne, que marida excepcionalmente con un Montecillo Gran Reserva Selección Especial de 2001, equilibrando los distintos aromas que evoca el plato. Si se prefiere escoger dentro de la carta, la calidad sigue siendo una constante, y cualquier receta es un acierto: las patatitas rellenas de rabo de toro, el mojete manchego…
No es de extrañar que James, tras terminar hoy, esté deseando comenzar la próxima ruta culinaria por Madrid.
