Si os paráis a pensar en trabajos relacionados con la industria del vino, los primeros perfiles profesionales que, con casi toda seguridad, os vendrán a la cabeza sean los de sumiller o enólogo. En el blog de Bodegas Montecillo ya os hemos explicado en detalle a qué se dedica un sumiller y cómo podéis formaros para convertiros en uno de ellos. También os hemos hablado en detalle de en qué se diferencia esa profesión de la de enólogo.
Ahora bien, las oportunidades profesionales que brinda el mundo del vino no se agotan en estas dos profesiones. ¡Ni muchísimo menos! Como podéis suponer, la industria vinícola no sólo es apasionante, sino que también es muy amplia y compleja. Por ello, el sector necesita de expertos provenientes de distintas y muy diversas disciplinas para conseguir alcanzar el último de los objetivos: hacer llegar el buen vino al consumidor para su disfrute.
En el post de hoy os vamos a hablar, precisamente, de algunas de las profesiones que son imprescindibles en el mundo del vino. Como veréis, algunas están directamente relacionadas con su elaboración y otras tienen una relación indirecta, pero son igualmente importantes durante los procesos de producción, elaboración, comercialización, promoción o servicio del vino. ¡Quién sabe! Quizás encuentres un lugar para ti.
- Viticultor. Es el que se encarga del cultivo de la vid. Aunque su denominación es similar, no se debe de confundir su trabajo con el del vinicultor, que es quien se encarga de elaborar los vinos.
- Ingeniero agrónomo. Es quien asesora al anterior sobre las posibles mejoras en el cultivo de las vides y en la producción de la uva.
- Ampeólogo. Se trata de un biólogo especializado en el cultivo de la vid, en la adaptación de esta a los distintos suelos y climas y en sus patologías y tratamientos.
- Recolectores o vendimiadores. Imprescindibles durante la vendimia: son quienes recogen el fruto.
- Vinicultor. Como hemos indicado anteriormente, es quién se encarga del proceso de elaborar el vino.
- Bodeguero. Es quien está a cargo de la bodega donde se almacena y se envejece el vino.
- Catadores. Se dedican a probar los vinos para informar de su calidad y propiedades. El catador profesional juzga la calidad y las características de un vino después de ser embotellado, gracias a la vista, el olfato y el gusto según su criterio personal. Habitualmente es una persona con formación de enología o de sumillería, pero también existen excelentes catadores autodidactas. Suele figurar en las listas entre las profesiones más envidiadas del mundo.
- Distribuidores. Surten a comercios, bares, restaurantes… Son el enlace entre la bodega y el consumidor.
- Encargados de comercio exterior. Las exportaciones tienen cada vez más peso en la industria y, por ello, este perfil está cada vez más demandado, es la figura encargada de la prospección de mercados y de mantener una comunicación fluida entre la bodega y los distribuidores internacionales.
- Administrativos. Controlan el stock, los ingresos y los gastos, facturas y el resto de trámites que existen en una bodega, como en cualquier otra gran empresa.
- Marketing y comunicación. Realizar un trabajo excelente no es suficiente: también hay que darlo a conocer, de ahí la importancia de un buen plan de marketing para conseguir llegar a los clientes y para la creación de una marca con personalidad propia que identifique sus vinos y permita diferenciación con respecto a sus competidores.
- Especialistas en turismo enológico. El auge del enoturismo y el mayor interés de los consumidores por conocer el origen de los vinos traen consigo el crecimiento de la demanda de profesionales especializados que sean capaces de diseñar y coordinar actividades diferenciales que promuevan las visitas a la bodega.
- Investigadores. La industria del vino está en continua evolución y son muchos los investigadores que trabajan por mejorar su calidad y diversidad, así como por la optimización los procesos de producción y elaboración.
- Informáticos. Directamente relacionado con el desarrollo de la tecnología. La informática ayuda a mejorar cultivos y procesos y a gestionar viñas y bodegas, por lo que no son pocas las empresas que se dedican al desarrollo de software específico para la industria.
Por supuesto, esta lista no se agota aquí, pero es una buena muestra de la complejidad de la industria del vino y del número de profesionales que se encuentran detrás del disfrute de una botella. Si estás interesado en formar parte de la industria del vino, ¡alguna de estas profesiones puede ser tu puerta de entrada!