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Vino, vidrio y cristal

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Vino, vidrio y cristal

Hay una máxima que reza: “el vino se guarda en vidrio y se bebe en cristal”. Vidrio y cristal son dos materiales parecidos (ambos transparentes, duros, frágiles…) que, equivocadamente, en ocasiones se utilizan como sinónimos, pero que no son lo mismo. Es posible que, aunque sepas que no son el mismo material, no sepas concretar donde radica la diferencia. En el post de hoy, arrojaremos luz en este sentido.

Por qué las botellas son de vidrio

El vidrio no es el único material que se ha utilizado o se utiliza para conservar el vino. En el pasado, el vino se ha transportado o almacenado valiéndose de ánforas de terracota, pellejos, odres, toneles… Pero desde el siglo VIII en el que se extendió la elaboración de botellas de vidrio (primero de forma artesanal, después en un proceso industrializado), no se ha encontrado material mejor para guardar el vino.

Y eso a pesar de que es frágil y pesado, pero aunque el vidrio tenga algunas características en su contra, las que juegan a su favor ganan por goleada.

El vidrio no tiene olor, es impermeable, aséptico (y por tanto, no altera el gusto, los aromas o la composición del vino), es duradero, asequible y se puede reciclar. ¿Se os ocurre algún otro material que cumpla con estas características?

Otros materiales popularmente utilizados en envases (plástico, pvc…) no son idóneos para el envasado y conservación del vino: son más permeables al oxígeno y han demostrado no ser los mejores compañeros para la crianza en botella o la larga guarda ya que, a la larga, pueden terminar por transmitir al vino sabores o aromas desagradables.

El vidrio no afecta al vino pero lo que sí lo hace es la luz y es por ello por lo que el vidrio de algunas botellas de vino se tiñe, tradicionalmente de verde o ámbar para protegerlo de las radiaciones ultravioletas. El vidrio transparente, por su parte, se utiliza para caldos no destinados a una larga guarda, como los blancos y los rosados: esa característica permite apreciar su limpidez y transparencia.

Como curiosidad, os contamos que aunque nos resulte un poco raro, las botellas no han tenido siempre la misma forma que la actual ya que son fruto de una evolución desde una forma casi esférica hasta la actual, de cuyas bondades ya os hablamos al analizar la anatomía de una botella de vino.

Por qué las mejores copas son de cristal

Las copas de vidrio existen, pero, en comparación con el cristal, la experiencia para la cata y el disfrute del vino no es tan satisfactoria. En este punto, cobra importancia la diferencia entre el vidrio y el cristal de las copas. Básicamente, la diferencia radica en su composición, fundamentalmente porque en la elaboración se utiliza óxido de plomo y este hecho le otorga como característica mayor transparencia, brillo, elegancia y delicadeza. Un acabado más fino que, junto a la forma adecuada, ayuda a conservar los aromas, apreciar los matices y, en general, otorga una experiencia de cata más agradable.

Para saber si una copa es de cristal o de vidrio, bastará con un poco de observación con la mirada, aunque también podéis serviros de vuestro oído. Si golpeáis la copa suavemente con las uñas, podréis diferenciar muy fácilmente el sonido que devuelven ambos materiales.

Ahora que ya está más claro (y cristalino) cuál es el mejor material para las copas de vino, quizás os preguntéis qué copa elegir para disfrutar mejor del vino: sobre copas, ya os hablamos en una entrega anterior.

Reciclaje: sí, pero ¡cuidado!

No podemos acabar este post de otra manera que invitándoos a reciclar todas las botellas de vino que consumáis. ¡Pero no el cristal! Y es que si depositáis cristal (por ejemplo, de una copa rota) en el contenedor verde, estaréis cometiendo una equivocación ya que el dióxido de plomo que antes hemos mencionado hace que no pueda ser fundido junto al vidrio.

La siguiente pregunta es inevitable. Entonces, ¿dónde tiro el vidrio? Lo correcto es depositarlo en el contenedor gris, junto al resto de materias que no son reciclables: eso sí, con especial cuidado. Piensa que es posible que otras personas manipulen esas basuras y pueden cortarse.

Volviendo a la botella, recordad el reciclaje del vidrio es tan eficiente que por cada botella correctamente depositada en el contenedor verde se podrá fabricar una botella nueva. Por cierto, a la hora de reciclar… ¡no olvidéis apartar también el tapón de corcho!

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